Sólo quien se dice maestro, conoce la alegría de ver en cada jornada la satisfacción de crear alas y enseñar a volar.
Sólo quien decidió un día dar amor y educación, valora cada pequeño instante, cada sonrisa y cada lágrima, cada abrazo y cada saludo.
Sólo el maestro de alma dedica su jornada y agradece por esos instantes maravillosos, irrepetibles y nobles que la vida le ha otorgado.
Sólo quien es maestro sabe que tenemos bien merecido el más grande de los regalos...el recuerdo de aquellos alumnos a los que hemos ayudado a crecer.
¡FELIZ DÍA A TODOS LOS MAESTROS ARGENTINOS!
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